- No tengas miedo - le susurré -. Somos como una sola persona.
De pronto me abrumó la realidad de mis palabras. Ese momento fue perfecto, tan aunténtico. No dejaba lugar a dudas.
Me rodeó con los brazos, me estrechó contra él y hasta la última de mis terminaciones nerviosas cobró vida propia.
- Para siempre - convino él y después nos sumergimos suavemente en el agua profunda...♥
De pronto me abrumó la realidad de mis palabras. Ese momento fue perfecto, tan aunténtico. No dejaba lugar a dudas.
Me rodeó con los brazos, me estrechó contra él y hasta la última de mis terminaciones nerviosas cobró vida propia.
- Para siempre - convino él y después nos sumergimos suavemente en el agua profunda...♥